Arquitecto Arturo Espinoza
Centro de Interpretación de la Muela del Diablo,
Chiaraque, La Paz, Bolivia.
Descripción del autor:
La Paz es una de las ciudades con mayor flujo turístico interno y receptivo de Bolivia,
lo cual ha generado un crecimiento en la oferta turística del área urbana paceña y sus
alrededores, diversificando de esta manera la cantidad de atractivos y actividades a ser
realizadas en cada destino. Dada la diversificación de actividades turísticas (parapente,
trekking , escalada en roca, downhill , birdwatching , etc.), el turismo convencional o de masas
ha empezado a ceder espacio al turismo alternativo. Como resultado de dicha evolución del
turismo en La Paz, un atractivo en especial ha resaltado por sobre los demás por sus
características naturales, paisajísticas y de accesibilidad; La Muela del Diablo.
A 16 km del centro paceño a 3.770 m.s.n.m. de altitud, en el macrodistrito de Mallasa se
encuentra la comunidad de Chiaraque, a las faldas del cerro Auqui Kollo o mejor conocido
como La Muela del Diablo. Este destino ha cobrado una importancia significativa para las
actividades de naturaleza en La Paz como el avistamiento de aves, senderismo, horseriding
y downhill en bicicleta. A parte de ello el patrimonio cultural de la comunidad Chiaraque es
bastante amplio, el cual conserva costumbres ancestrales aymaras y gastronomía andina
que es muchas veces desconocida por los visitantes.
Este trabajo pretende resolver mediante la arquitectura las necesidades existentes para
habitantes y visitantes en el sitio, en cuanto a servicios se refiere, también se pretende
mediante este proyecto generar alternativas sostenibles de crecimiento socio-económico
basados en el patrimonio natural y cultural del área, generando así espacios de turismo
sostenible que pretende fortalecer la identidad de los comunarios, revalorizar sus
costumbres y tradiciones generando espacios de interculturalidad junto a los visitantes.
Si bien la Muela del Diablo es un atractivo natural por excelencia de la ciudad de La Paz,
lastimosamente los visitantes en su gran mayoría llegan a pasar por la comunidad de
Chiaraque sin siquiera entrar en contacto con los comunarios, lo cual es una pésima señal
en cuanto al progreso hacia el turismo sostenible en el área, esto ha provocado un notorio
rechazo al turismo por parte de los comunarios al sentirse invisibilizados por dichos
visitantes.
Es por ello que establecer un centro de interpretación turística en la comunidad, integrándose de manera armoniosa al circuito turístico del área se hace imperativo para resolver la desconexión del visitante con la comunidad visitada.
Además que siendo un centro de interpretación que respeta el contexto rural del área, complementa al atractivo al representar una infraestructura y recursos turístico aprovechable por la comunidad generando una mayor interacción visitante-comunidad y rescatando los conocimientos ancestrales de la comunidad en respuesta a la constante pérdida de patrimonio cultural intangible en Chiaraque (leyendas, tradiciones, cosmovisión, rituales, etc.).
El presente proyecto pretende también generar una respuesta a 6 problemas específicos de
la comunidad y su performance frente al turismo emergente del lugar.
● Servicios sanitarios
Si bien en la comunidad ya existen tanques de agua que distribuyen el líquido elemento a la
comunidad, no todos tienen acceso a la misma y por ende a servicios sanitarios. Sólo
existen tres baños dentro de la comunidad que pertenecen a la Unidad Educativa de
Chiaraque, sin embargo el servicio de los mismos no está disponible para los visitantes.
● Servicios de salud
No existe ninguna posta de salud en el lugar, por lo que los habitantes de la comunidad se
ven obligados a movilizarse hasta la ciudad para ser atendidos y por ende los visitantes que
sienten algún malestar o sufren algún accidente en el lugar corren con la misma suerte.
● Información turística
Hace falta un espacio permanentemente abierto al público en general que brinde
información acerca de la comunidad, de la Muela del Diablo, del Valle Escondido y otros
atractivos naturales cercanos. Así como un lugar donde se registre a los visitantes del sitio
para generar datos concretos de flujo turístico que servirían para el mismo desarrollo y
crecimiento de la comunidad.
● Lugar para alimentarse
El plato tradicional de Chiaraque es la Watia (comida preparada bajo tierra que emplea
piedras calientes como medio de cocción), plato que se ofrece ocasionalmente los fines de
semana, el problema es que no existe un espacio en adecuadas condiciones para brindar
este servicio, ni tampoco para fomentarlo y explotarlo turísticamente ya que se ofrece en
plena vía improvisando con una mesa y sillas de la escuela además de unas chiwiñas que
sirven de cubierta. Para el consumo de la Wathia se plantean algunos espacios
semienterrados y cubiertas con cultivos para aprovechar, al igual que la watia, la inercia
térmica que la tierra proporciona buscando un uso eficiente de energía además de
mantener este vínculo con la tierra
● Descanso
Si se llega hasta Chiaraque por cualquier medio, ya sea caminata, ciclismo de montaña o en
cualquier tipo de movilidad, se necesita algún lugar dentro la comunidad donde se pueda
descansar, abastecerse y luego seguir el camino hasta llegar a la Muela del Diablo.
● Espacios públicos
En Chiaraque hacen falta espacios tanto abiertos y cerrados para uso de los visitantes,
dirigentes o para que los comunarios puedan compartir e incluso capacitarse en vistas de su
desarrollo, un espacio donde se puedan transmitir a otras generaciones conocimientos,
historias, y tradiciones de su cultura.
Proceso morfológico
El concepto del diseño tiene como base la armonía con el espacio natural, respetando las
formas geométricas del área y sus diversos paisajes, creando una especie de antesala
previa a la visita al Valle Escondido y La Muela del Diablo. Esto profundiza la importancia de
la coherencia del diseño exterior con el contexto natural, más aún tomando en cuenta que
Chiaraque se encuentra dentro del área protegida municipal Muela del Diablo y Serranías
de Pachajalla.
A través de un amplio estudio de casos relacionados y numerosas visitas al lugar se
determinó que el volumen del centro de interpretación pretende emerger de la tierra, no sólo
aprovechando la topografía del lugar sino poniendo en práctica el concepto la Wathia. Dicha
infraestructura se encontraría en medio de la comunidad en lo que ahora es una chacra de
los comunarios, por lo que para no privar a los comunarios del uso de este espacio para la
práctica ancestral de la agricultura, se han planteado cubiertas con áreas de cultivos a
disposición de los comunarios.
El bloque de baños y circulaciones verticales estará orientado al suroeste, es decir, hacia el
Auqui Kollo, por ende dicho bloque tendrá una forma cóncava en reacción a la presencia de
la Muela del Diablo. Dicho bloque cóncavo estará separado del bloque mayor buscando el
ingreso de mayor cantidad de luz indirecta hacia el volumen mayor. Esta separación
sumada a la forma cóncava del bloque de baños y circulación provoca una apertura dirigida
directamente al Valle Escondido.
Ambos bloques son separados no sólo para dirigir la atención de los visitantes al entorno de
la comunidad incluso desde adentro del centro de interpretación, sino también busca
respetar el flujo y uso preexistente del terreno, de esta manera conecta las dos vías (una al
norte y otra al sur) a diferentes niveles, por lo que el recorrido externo es independiente al
edificio.
El quiebre de dichos bloques no sólo generan miradores de apreciación de los dos
principales atractivos naturales geológicos del área (Muela del Diablo y Valle Escondido)
sino que que también respetan el contexto adaptándose a los usos y necesidades de la
comunidad y utilizando el espacio para el aprovechamiento turístico sostenible del lugar,
sumando como un recurso turístico más en la infraestructura turística del destino Chiaraque.
Sobre el autor:
Arturo Fernando Espinoza Gutierrez nace en La Paz el 18 de Junio de 1991, estudió en el
colegio Ingles Católico para después titularse como arquitecto de la Universidad Católica
Bolviana “San Pablo” el año 2015, con diplomado en educación superior y en arquitectura
BIM aplicado en Edificaciones.
Trabajó con el arquitecto Alcides Torres y Nicolas Bohorquez ganando junto a ellos el concurso para las oficinas/bodegas de la empresa farmacéutica ALCOS en el año 2017; posteriormente se desempeña como modulador de encofrados alemanes MEVA en la empresa Citaf Bolivia, representantes en nuestro país de la empresa alemana.
El 2018 va a Francia por 9 meses para trabajar como asistente lingüístico y vuelve en Junio de 2019. Volviendo al país se reúne con un equipo de colegas para conformar el estudio “punto.Arquitectura”, donde actualmente trabaja desarrollando proyectos.
www.diseñobolivia.com
2020