Edificio FUNDES
Santa Cruz de La Sierra, Bolivia
Arq. Javier Salinas H. + Arq. Laura Ponce de Leon
Emplazado en un residencial barrio de la ciudad de Santa Cruz, sobre un predio triangular de cerca de quinientos cincuenta metros cuadrados, resultante de una deficiente parcelación de una propiedad mayor. Frente a una ancha avenida hacia la que se brinda la única fachada del edificio que retrocede de la línea edilícia para generar un amplio atrio de acceso.
Lo complejo de la geometría del terreno se vió compensado por la relativa simplicidad del programa arquitectónico. Se requería tres niveles de oficinas administrativas en planta libre, más un cuarto nivel, más complejo, destinado a un estudio de arquitectura. El único requisito explícito de FUNDES Bolivia, fue el de proyectar y construir un edificio que reflejara su identidad e imagen empresarial.
En el primer nivel, al que se accede directamente desde la calle, se logró un espacio dinámico de tres niveles conectados por escaleras que, desde la planta baja, descienden medio nivel al semi-sótano, y ascienden, medio nivel también, al mezzanine. Los niveles superiores se desarrollan a manera de planta tipo beneficiadas, en superficie, por la progresiva separación de la curva de la fachada que se proyecta en voladizo sobre el frente. El cuarto nivel retrocede nuevamente a la linea de la fachada donde el plano curvo permite la generación de una terraza con vista hacia la calle.
Se ubicó el núcleo circulatorio de escaleras y ascensor en el ángulo que forma la colindancia nor-oeste del terreno con la linea de la fachada frontal, en directa relación con el ingreso principal desde la avenida. Los servicios generales, comunes de cada nivel, -servicios higiénicos, cafetería y archivo – se localizaron en directa relación con el núcleo de escaleras al ingreso de cada nivel. Esta zonificación permitió una mayor y más regular superficie para el uso específico de oficinas en planta libre.
La premisa principal que debió cumplir la composición, fué el aprovechamiento eficiente de la iluminación y ventilación natural en todos los espacios de permanencia continua. Se optó por separar la volumetría del edificio en dos bloques, conectados por un estrechamiento vidriado de tres niveles, que permite el control impecable de la entrada de luz natural hacia los espacios interiores por medio de los patios resultantes. Rol que asumen también las aberturas de doble altura de la fachada frontal, acentuado por la leve rotación hacia el norte del plano curvo; como buscando la luz.
El proyecto es una combinación formal de absoluta simpleza y rigor volumétrico, donde se destaca el plano curvo de la fachada, gracias al diálogo entre macizos y huecos y a la parrilla metálica fija que tamiza la luz, mientras otorga privacidad a las estancias superiores.
La elección de colores claros y monocromáticos y el manejo de transparencia consigue transmitir una imagen de sobriedad y refuerza la idea de relación entre exterior e interior al mismo tiempo que resalta el juego de luz y sombras. Esto no seria posible sin una perfección constructiva que permite concentrarse en los elementos mas abstractos e inmateriales de la obra.
Superficie construida: 1,610 M2
Proyecto: 1999-2000